Mothman
City vuelve a estar amenazada. Ésta vez un monstruo gigante con un cuerpo
peludo, parecido al de un koala, pero con la boca donde iría el ojo izquierdo,
una enorme trompa de elefante donde la nariz y un solo ojo en el lado derecho
de su cara, es la amenaza. Aplasta a cualquier cosa o persona que se le ponga
por delante, y las autoridades, tanto locales como nacionales, se ven
totalmente impotentes ante un ataque de tal magnitud. Una vez mas. La ciudad
recibe mas o menos un ataque de tal calibre cada quince, o veinte días. Pero ni
su cuerpo de protección civil, ni su ejército, están preparados. Falta
presupuesto en I+D. El alcalde de la ciudad vive en una mansión con piscina,
quince sirvientes y la mayor colección de Rols Royces del planeta. Pero nunca
hay presupuesto para mejorar el armamento antimonstruosgigantesdestructores.
Entonces, las autoridades locales se ven forzadas a pedir ayuda a una
organización ilegal de enmascarados misteriosos que arriesgan sus vidas con motivación
desconocida. Dicha organización son los VengaRangers.
Así, el jefe del departamento de Policía de Mothman City da la orden y
el gran foco se enciende proyectando en el cielo, como si de una gran luna se
tratase, un gran círculo blanco con una V y una R en el centro. Es la
Vengaseñal. Se necesita urgentemente su ayuda, se reclama a los VengaRangers, y
los VengaRangers acuden. Bueno, no todos. El único que ve la señal es el
VengaRanger rojo, conocido como Poderosa Escarlata. Está en pelotas viendo la
tele en su casa y observa la señal por la ventana. Entonces decide llamar al
móvil de sus compañeros para ver si acuden a ella.
Superforzudo está tumbado en la acera al borde del coma etílico, sin
fuerzas siquiera para volar hasta el lugar de los hechos. La chica
EstrellaPoderosa está ahora mismo ocupada manteniendo relaciones sexuales a
cambio de dinero con un admirador obsesivo. No es que suela hacerlo, pero al
ser un personaje tan popular entre los jóvenes adictos a los cómics, cuya
diminuta capacidad social les dificulta perder la virginidad, ha llegado a
recibir ofertas de sumas demasiado grandes como para rechazarlas. Por último,
Moscaman, que adquirió las habilidades proporcionales de una mosca, fuerza,
habilidad de volar, y gusto por la mierda, no puede evitar darse paseos por las
alcantarillas por donde fluyen las aguas fecales de la ciudad, es dónde se
encuentra ahora mismo y, por supuesto, allí no hay cobertura.
Así, tras varios intentos de llamada, sin respuesta, el VengaRanger rojo
PoderosaEscarlata, decide pasar a la acción en solitario. Le da un poco de
miedo, pero desde que salieron a la luz por Internet unos vídeos antiguos en
los que se le podía apreciar practicando sexo con otros hombres, al mismo
tiempo, no quiere desaprovechar ni una ocasión para hacerse el héroe y lavar su
imagen. Mira el montón de ropa sucia del suelo, toda roja a excepción de la
ropa interior, agarra lo primero que encuentra y se lo pone. Un pijama rojo y
sus gafas de pasta de montura roja. Se dispone a saltar por la ventana al
edificio de al lado, pero se da cuenta de que en la entrepierna de su pantalón
hay un gran agujero, por lo que decide coger unos calzoncillos y ponérselos por
encima. No puede perder ni un segundo y volver a cambiarse. Nadie hubiera dicho
por aquel entonces que crearía tendencia en el mundo de los superhéroes y
acabaría enfrentado a un tal Clark en los tribunales por el tema de los
derechos de imagen. Pero esa ya es otra historia.
Finalmente se lanza, salta de edificio en edificio en dirección a los
estruendos provocados por el gran monstruo koala elefante diabólico.
Preguntándose quién estará detrás de él. Pues tiene toda la pinta de ser un
ataque del doctor Malvado, o tal vez sea del doctor Chiflado. Siempre son los
mismos. Lo que siempre se ha preguntado Escarlata es porque todos los villanos
de la ciudad son doctores. Ignora que la mayor academia de villanos del mundo
se encuentra en la ciudad, por lo que salen todos con el doctorado. Lo que es
incomprensible es que cada dos o tres semanas sean capturados y puestos entre
rejas y siempre se escapen. Será que no se hacen cárceles mas seguras por falta
de presupuesto, también.
Pero bueno, dejémonos de historias, lo importante ahora es derrotar al
monstruo que está aterrorizando la ciudad entera. De azotea en azotea, Poderosa
Escarlata no tarda en llegar a encontrarse cara a cara con el maléfico
monstruo. Y empieza el combate. Smack, thud, plas, POW. Una serie de golpes,
todos recibidos por PoderosaEscarlata. Es normal que esté en una clara
desventaja teniendo en cuenta que el bicharraco es diez veces mayor que él. De
no ser por su hiperresistencia, adquirida al exponerse a una radiación
cósmico-planetaria cuando era joven, hubiera muerto al segundo manotazo. Pero
como siempre, cuando todo está perdido, y Escarlata sumido en sus lágrimas, con
su vida pendiendo de un hilo, o la de su novia, o la de un niño que pasaba por
ahí, el caso es que haya alguna vida pendiente de un hilo, encuentra
milagrosamente el punto débil del bicho gigante. Ve una especie de aparato
enganchado a la nuca del monstruo, una especie de máquina con una luz
parpadeante roja, siempre luces rojas que parpadean, lo cual no puede ser otra
cosa sino un dispositivo de control. Por lo que, esquivando un golpe mortal en
el último momento, Escarlata salta y dispara uno de sus rayos destructores que
puede disparar con sus manos. Unos rayos con una amplia gama de lucecitas rosas
que contaminan la iluminación de todo el entorno. El artefacto es destruido y
el monstruo para de romper cosas sin piedad, y se dirige hacía el muelle de la
ciudad donde desaparece en las profundas y sucias aguas del Mothsea de Mothman
City.
A Escarlata solo le falta descubrir al doctor Chiflado, qué está
chiflado que se encuentra no lejos de allí, aporreando un mando con un enorme
joystick y un montón de botones. Exclamando:
- ¡ Por qué has dejado de
funcionar! ¡Maldita sea!- Agitando su brazo enfurecido.
En cuanto lo ve, Escarlata se
planta delante de él de un salto, y le pega una patada. Lo inmoviliza y lo
entrega a las autoridades por décima vez en lo que va de semestre. No lo mata,
aún sabiendo a ciencia cierta que se volverá a escapar y sus malévolos planes
volverán a destruir la ciudad, PoderosaEscarlata nunca mata. Aun sabiendo que
eso salvaría miles de vidas en un futuro cercano. Pero es que los superhéroes
son así de buenos, nunca matan, ni siquiera a un demonio. Hay que dar ejemplo a
los niños de la ciudad.