miércoles, 31 de mayo de 2017

Fried noodle. No meat.


 El año pasado, pasé dos meses viviendo en la capital de Cambodia. Phnom Penh. Vivía cerca del “Russian Market” donde, gracias a una amiga, descubrí que preparan unos fideos bastante buenos por poco más de un dólar. Al acercarte a la tienda, la mujer que los prepara te preguntaba si los quieres con pollo o cerdo, y yo se los pedí sin carne. Me preguntó que si comía huevo. Desde ese día fui allí a comer en varias ocasiones, tal vez más de diez, hasta el punto de que la mujer, nada más verme, me sonreía y me preguntaba “ fried noodle no meat egg ok?” Agradecí mucho encontrar aquel puesto de comida, ya que a menudo es difícil entenderte con los locales para comer sin carne en un país donde puedes encontrar como menú cerdo, pollo, saltamontes, castores o perro entre otras cosas que no me quiero ni imaginar. Aquí tenía la oportunidad de disfrutar una experiencia local sin renunciar al mis convicciones y, porque no decirlo, ahorrarme un dinero, puesto que para encontrar comida vegetariana lo mas normal es acudir a restaurantes en los que la comida te sale por unos tres o cuatro dólares. Que aunque pueda parecer barato para nuestro estándar, de verdad os digo que cuando viajáis por mucho tiempo y con presupuesto ajustado, son este tipo de ahorros los que marcan la diferencia.


Este año, de paso en la ciudad, decidí visitar el puesto de fideos. Me lleve una grata sorpresa al ver que habían diseñado un menú que estaba en khmer y en inglés y en el que se incluían dos opciones para vegetarianos. “Vegetarian fried noodle” y “Vegetarian noodle soup”. Además el negocio parecía irle bastante bien a la mujer, pues tenía empleados. Tal vez sean delirios de grandeza, pero me gusta pensar que colaboré a que ello sucediera. Ahora, en el Russian Market de Phnom Penh, donde se junta tradición camboyana y visitantes extranjeros, hay una opción vegetariana visible a todo el mundo y asequible. Y funcionando como funcionan los negocios por estas zonas, no me extrañaría que en breves todos los puesto del mercado sigan su ejemplo. Si en lugar de haberlo pedido, hubiera tenido miedo o vergüenza, por aquello de evitar una situación embarazosa en la que te ofrecen algo que eres incapaz de comer, tal vez ahora todavía sería difícil conseguir un plato vegetariano en el mercado. Eso me hace pensar en que a veces solo hay que mostrar la necesidad para que ocurra un cambio. Y me viene a la cabeza aquella cita de “se el cambio que quieres ver en el mundo”. Aunque todavía tengo que trabajar mucho en mi propia persona para creer que soy el cambio ideal para el mundo. 

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