lunes, 7 de febrero de 2011

La mierda interior

(Bueno, sin saber como ni porque, me ha salido un ensayo. No es una historieta en la que pasa algo, solo una reflexión, si aún así leen, que lo disfruten.)

LA MIERDA INTERIOR
(Algo así como la fuerza interior, pero algo menos espiritual)

Bien, entonces, es innegable el hecho de que todos, absolutamente todos, cagamos. Sólido o líquido, mas amarillento o mas negruzco, mas grande o mas pequeño. Da igual como lo llamemos: hacer popo, defecar, evacuar, visitar al señor roca, plantar un pino, liberar a Willy... Da igual el tamaño, el sexo, la edad, la raza... pero hasta la chica mas hermosa, con mas glamour y con mas clase que te puedas imaginar, las superdivas de la televisión y el mundo del espectáculo, los supermodelos que trabajan de actores y tanto humedecen las entrepiernas adolescentes, todos, absolutamente todos, cagan. Y su mierda también huele mal, por supuesto. Así ocurre desde el momento en el que expulsamos aquella sustancia verdosa tirando a negra y viscosa, compuesta por células muertas y secreciones del estómago e hígado, allá en las primeras horas de vida. Nuestras primeras heces, nuestra primera cagada compuesta por basura orgánica generada desde el momento en el que empieza el periodo fetal, y expulsada por la, ya prediseñada expresamente para la función, leche materna con calostro. Un laxante natural. De ésta manera, todo nuestro organismo, así como el de la madre que nos parió, está naturalmente prediseñado para que generemos mierda.
  Entonces, inevitablemente, esto nos lleva a pensar que, una de las cosas que hacemos durante más tiempo en nuestra vida, es almacenar mierda en nuestro interior para después desecharla. Más formada o menos formada dependiendo del tiempo que haga desde nuestra última expulsión, defecación o cagada, pero mierda al fin y al cabo. Entonces somos simples envases de mierda, entonces somos unos mierdas.
  Ésta sería una muy buena explicación de como funciona el mundo en los tiempos que corren, y desde hace ya algún siglo, en el que la industria ha evolucionado subyugada a un capitalismo sin escrúpulos ni piedad, ya que, partiendo de este principio, no es de extrañar que, tales seres seamos unos generadores de mierda a gran escala. Es nuestro comportamiento natural. Comemos, nos quedamos lo que necesitamos de los alimentos, y desechamos el resto. Así nuestros vertederos están todos rebosantes de mierda metálica, plástica, y demás materiales que han sido prediseñados para ser desechados. Tan natural como la lactancia y la primera cagada, lanzamos cada envase a la basura, cagamos botellas de plástico, envases de yogurt, latas de cerveza, móviles antiguos, juguetes viejos, coches rotos, aviones... de todo. Lo tratamos como si fuese mierda, lo ponemos en un lugar donde no lo vemos confiando en que así no nos molestará. Pero no es mierda, es algo mucho peor. La mierda, a pesar de su pestilencia, es una materia biodegradable que, fusionada con la tierra y unas semillas, da vida. Da fuerza a aquella vida vegetal que tanto necesitamos nosotros y que, sin embargo, nuestra mierda industrial y tecnológica, destruye.
  Entonces, usemos nuestra ya natural cultura, nuestros comportamientos adquiridos, esos que siempre usamos para dejar de lado y reprimir nuestros hábitos naturales más molestos, y dediquémoslos a encontrar la manera de no generar tanta mierda, pero mierda de esa que asesina a la naturaleza, digo ahora. En resumen, quiero decir, que no seáis mierdas, y cuidad el medioambiente intentando generar la menor cantidad de mierda posible, comprando lo menos posible y, sobretodo a las empresas: que miren menos las cifras y más la vida.
  En fin, son sólo paranoias de un servidor.

www.bartwritesit.blogspot.com

1 comentario:

  1. He leído algunas entradas de tu Blogg e irremediablemente me ha asaltado la imperiosa necesidad de seguirte XDDD Enhorabuena por tus escritos, le alegran a uno el rato :P

    Un saludo!! ^^

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